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la vista a la cetrería en Arjonilla
Las
XVIII Jornadas Medievales acoge actividades multidisciplinares en los
alrededores del castillo del Trovador Macías en los días 23,24 y 25 de
septiembre
Jesús María Archivet Maroto/ArjonillaUn
pueblo revestido con los atuendos típicos del Rey Arturo que, junto a los
numerosos puestos de venta y una variada programación cultural, fueron la
fuente de ocio para la población arjonillera, en este pasado finde de semana.
Tres días impregnados de música, malabares, talleres de manualidades,
exhibición de armas y técnicas de combate de los antiguos monjes guerreros de
la zona, conocidos como la Orden de Calatrava y, en especial, el arte de la
cetrería. Tampoco pudo faltar la tradicional procesión nocturna de antorchas a
través de las calles de la localidad.
Arjonilla
ha celebrado este fin de semana las XVIII Jornadas Medievales. Una feria que
conmemora la historia del pueblo de entre los siglos VIII y XIV. Organizada por
el Área de Cultura y Turismo del Ayuntamiento de Arjonilla y subvencionada por
la Diputación de Jaén, cuya participación es gratuita y accesible a todos los
públicos.
En
Arjonilla (Jaén) tiene lugar una recreación histórica anual, en el mes de
septiembre, desempeñada tanto en el interior como en los alrededores del
castillo del Trovador Macías, donde se aprecia diversas actividades como:
exhibición de armas y actos de combate, mercados al aire libre, tiro con arco,
animación de calle, carpas-talleres creativos, música oriental y danza del
vientre, talleres de cuero y cerámica, entre otras muchas destrezas.
Una
de las actividades más demandadas por la población arjonillera es la cetrería.
Según cuenta Juan Cardeña, técnico de Cultura y Turismo del Ayuntamiento de
Arjonilla, el evento de cetrería se organiza desde el inicio de esta
festividad. En casi una veintena de años han pasado diversos cetreros con
diversas especies de aves rapaces que han entusiasmado al público de la zona.
En
este 2022, el arte de la halconería fue conducido por Francisco Miranda quien trajo
diferentes aves rapaces, tanto diurnas como nocturnas. Durante el periodo de
feria realizó diversas demostraciones de vuelo, cuyo objetivo es fomentar la
educación ambiental haciendo participar a los asistentes.
Francisco
demostró sus dotes de maestro con las aves de presa en las exhibiciones de
vuelo con aves rapaces tanto en horario nocturno como diurno, en el patio de
armas del castillo. Los horarios fueron los siguientes:
·
Viernes, 23 de septiembre, a
las 22.30 horas.
·
Sábado, 24 de septiembre, a
las 12.00 horas.
·
Sábado, 24 de septiembre, a
las 13:30 horas.
·
Sábado, 24 de septiembre, a
las 23.00 horas.
·
Domingo, 25 de septiembre, a
las 12:00 horas.
·
Domingo, 25 de septiembre, a
las 13:30 horas.
EXHIBICIÓN
En
la mañana del sábado se observó a la población arjonillera, junto con diversos
turistas, disfrutando del mercado medieval, portando atuendos basados en la
época. A las 11:15 de la mañana, el Castillo abrió sus puertas al público.
Multitud de personas accedieron al patio de armas donde se ubicaba el Campamento
templario, la Carpa del Cetrero, el Tiovivo medieval, y para los amantes de las
alturas disponían de la posibilidad de subir a la torre del Castillo para
disfrutar del paisaje de Arjonilla desde una perspectiva aérea.
En
esta línea, quien visualizaba la población desde una altura de relativa altitud
era el Águila de Harris del cetrero, cuya primera exhibición del sábado comenzó
a las 12:00 de la mañana.
En
la exhibición participó numerosas personas de entre el público, mayormente niños
y niñas, quienes colaboraron con el águila terzuelo -macho de las aves de
rapiñas- en la demostración de los dotes domadores de Francisco Miranda.
El
evento comenzó con ejercicios sencillos. Primero un valiente de corta edad se
ofreció para realizar un ejercicio en el que ave debía pasar a ras de suelo,
bajo las extremidades del pequeño.
A continuación, cuatro niños, de ambos sexos, representaron
un túnel con sus brazos para que el águila pasara por su interior. Una prueba
lograda con éxito por parte del águila. Tras este pequeño calentamiento,
Francisco puso a prueba la confianza entre el público y el águila con una joven
de más avanza edad respecto a los anteriores colaboradores. En esta ocasión el
águila volaba hasta un punto del castillo y volvía para posarse sobre la cabeza
de la participante
Pero
lo increíble no quedó ahí, el público pedía un grado más de dificultad y el
cetrero aceptó el reto.
Doce
de los asistentes, de la misma manera que al comienzo, realizaron un túnel
humano con sus brazos con el mismo objetivo, el Águila de Harris debía de pasar
por entremedias de todos aquellos brazos que colaboraban unánimes en el ejercicio.
A
pesar de la elevada complejidad del reto, el ave tras tres intentos seguidos
logró pasar la prueba. Porque como bien dice el refrán ``a la tercera va la
vencida´´.
Francisco
aseguró que el águila se desenvuelve mejor en espacios más cerrados, ya que su
vuelo es bajo y el planeo de sus alas es más optimo que la de los halcones. El
evento de la mañana del sábado estuvo basado en la modalidad de bajo vuelo
porque, según Francisco, la halconería -alto vuelo- es ``más arriesgada tanto
para el ave como para el público´´.
En
la caseta del cetrero los visitantes se acercaban para observar las diversas
especies de aves rapaces, es más, los más valientes por el precio de 5€ podían
fotografiarse junto a su depredador favorito. El cetrero prestaba elementos de
seguridad a sus clientes, jugaba el papel de fotógrafo y al instante le
entregaba la captura materializada al fotografiado.
FRANCISCO
MIRANDA, CETRERO
Francisco
Miranda, un transportista de 42 años, es el responsable de que la población de
Arjonilla disfrute del arte de la cetrería y aprenda sobre la conservación del
medio ambiente. Francisco llegó el viernes, 23 de septiembre, desde Albolote
(Granada), con la ilusión de exponer su repertorio de aves.
Francisco
explica que, en la actualidad, se utiliza como un método natural de control de
plagas tanto urbanas como interurbanas, como por ejemplo para las plagas
avifaunas que supone un riesgo para la salud de los habitantes y el desgrado de
los monumentos históricos.
Francisco
cuenta que ``la viuda de Félix Rodríguez de la Fuente, hoy en día, sigue
llevando un equipo de halcones al aeropuerto de Barajas como medida disuasoria´´.
La mayoría de los aeropuertos de España cuenta con un equipo de aves rapaces,
aunque con la extensión de los drones está sustituyendo la cetrería.
Para
Francisco, la cetrería más que una actividad económica es una afición que
sobrelleva junto con su trabajo de transportista. En su tiempo libre realiza ponencias
divulgativas sobre las especies y subespecies de aves de rapiña y su función en
la protección del medio ambiente, además de las exhibiciones en eventos
culturales y colegios educativos de Andalucía.
``Este
arte es vocacional, no importa el dinero que inviertas´´, dice Francisco. Las
aves necesitan un espacio amplio y adaptado a su fisiología, aunque otro
aspecto importante, es el tiempo que un cetrero dedica a su equipo de aves.
Miranda asegura que el cuidado a este tipo de animales debe ser constante. En
su caso dedica dos horas diarias, siete días a la semana, sin excusas para los
días festivos. Él tiene la obligación de entrenar a sus aves. `` Las aves es tu
segundo matrimonio, y si no tienes pareja, estas son tu pareja´´, afirma el
cetrero granadino.
La
alimentación del ave es fundamental, esta debe de ingerir una cantidad de
alimento acorde con su tamaño, peso y metabolismo. Las aves rapaces tienen una
dieta muy variada basada en carnes de rata, conejo, liebre, codorniz y pollo,
las cuales les aportan los nutrientes esenciales para su desarrollo natural.
Francisco señala que la carne de rata es una de las carnes más caras en el
mercado. ``Su precio es de 17,50 euros el kilo´´.
El
aspecto de la nutrición del ave, lo ilustra con un sencillo ejemplo ``a
nosotros un plato de lentejas nos va muy bien como alimentación al mediodía,
pero un bebé tendría problemas para digerirlo´´. Los humanos al igual que otras
especies, nos alimentamos respecto a nuestra edad y fisionomía.
Las
aves rapaces pueden criarse en cualquier lugar de España, pero antes, el
individuo debe de estudiar la especie, desde su peso y tamaño hasta su plumaje.
La adaptación a la zona geológica y climática es un aspecto fundamental para la
salud integra del animal. Existen casos donde la crianza de este tipo de aves
no se lleva a cabo en su lugar natural por lo que las instalaciones están
adaptadas a las necesidades de cada una de las subespecies. Por ejemplo,
Francisco explica que la temperatura ideal para las aves se ubica entre los 22º
y 27º.
Francisco
participó en el campeonato provincial de cetrería en la localidad de Rus, en
Jaén. A dicho evento asistió personas llegadas de distintos puntos de España
para compartir sus gustos en un fin de semana cargado de emociones. Francisco
cuenta que en esta ocasión conoció a un compañero llegado desde Mallorca, quien
no tuvo reparo en viajar miles de kilómetros desde su casa para lucir su
repertorio de aves y compartir una experiencia fraternal con la comunidad de
cetreros.
Según
Francisco, las aves rapaces tienen cada una su propia personalidad, a
diferencia de los animales domésticos, estos difieren en su comportamiento, ``
Debes de ganarte su confianza día a día´´. La compenetración adiestrador-ave es
fundamental para ``cuando el ave esté a 200 metros de altura, con tan solo dos
o tres gestos vuelva a tu posición´´. Los gestos más comunes son el señuelo y
el silbato.
El repertorio de Francisco está constituido
por aves autóctonas en su mayoría, cuidadas en un amplio recinto acondicionado
a las necesidades de cada una de ellas, y con una frecuencia de revisión
sanitaria bienal. En las presentes actividades de cetrería de Arjonilla se
encuentras:
➔Águila de Harris
➔Búho africano
➔ Búho bengalí
➔ Águila Real
➔ Águila escudada
➔ Águila Real de Perú
➔Aguilucho ratonero
euroasiático
➔ Carabo de barataz
HISTORIA
La
cetrería en un antiquísimo e ingenioso sistema de caza, cuya antigüedad data de
1.400 a.C. Esta técnica ha sufrido pocas modificaciones a lo largo de los
siglos, pero como toda otra práctica ha ido evolucionando. En sus inicios y
durante muchos años fue utilizada para la captura de animales con el fin de
consumo humano, antes del descubrimiento de la pólvora.
Esta
técnica se difundió en la Península a través de las cortes medievales
andalusíes, cuyos monarcas árabes practicaban la cetrería. Más tarde, los reyes
cristianos, también adoptaron este arte como una actividad recreativa,
difundiéndola por el resto de Europa.
La
UNESCO, el 16 de noviembre de 2010 la declaró Patrimonio Inmaterial de la
Humanidad. Siendo esta una práctica que guarda estrecha relación con la región
andaluza, una zona proclive para su desarrollo histórico.