En muchas ocasiones, durante nuestra vida nos fijamos metas que a veces alcanzamos y otras veces quedan en la lista de recuerdos. ¿Pero somos realmente libres de actuar y pensar por nosotros mismos? o sino, ¿estamos programados por un Dios, Programador, Energía, Elon Musk, que nos ha dado un rol de trabajo y debemos cumplirlo?
Por ejemplo cuando somos pequeños soñamos con dedicarnos a algo especial en la vida, ese deseo se conserva por años y después de los años, nos miramos y somos algo completamente diferente a lo que planeamos hacer. Puede deberse a muchas circunstancias. Además, desde una postura determinista, lo bueno o lo malo que sucede, está predestinado antes de nuestro nacimiento. ¿Por qué preocuparse por lo que pasa o ha pasado? Al final del día pasará lo que tenga que pasar, porque la vida es una obra de teatro y cada uno tenemos nuestro papel.
Por otro lado, si la teoría determinista es cierta y no existe el libre albedrío, sería fácil curar enfermedades mentales como la depresión o la ansiedad. Aunque también puede usarse socialmente, para no juzgar ni etiquetar a los demás. Cada uno es como es porque el propio creador ha decidido que así sea. Si aceptamos nuestro papel en este trabajo y el papel de los demás, el mundo puede ser un lugar hermoso.
Pero esta afirmación lleva a otro punto. En cada película hay un malo. El mundo no puede ser tan hermoso cuando hay guerras, asesinatos, traiciones y otros tipos de violencia. En esta posición filosófica, las personas nacen malas o no. Todo depende del dramaturgo, y por un lado parece lógico, porque si no hay gente mala, ¿para qué necesitamos la justicia y las fuerzas de seguridad?
Pero sí, es triste pensar que la vida está escrita. Pero no se puede decir si es verdad o no. Podemos pensar que somos libres para sentirnos mejor, pero seguir siendo “libres” puede condicionarte a factores intrapersonales que pueden obstaculizar tus objetivos. Y por eso mismo, no sois tan libres.
Jesús María Archivet Maroto
