La
misión de la OTAN en Kosovo (KFOR) ha confirmado el aumento de las tensiones entre
ciudadanos serbios y Cuerpos de Seguridad kosovares, en la región de Jarinje,
norte de Kosovo y frontera con Serbia. Portavoces de la OTAN han revelado esta
información después de que un grupo de serbios se manifestara en las cercanías de
Jarinje contra la presencia de la Policía Kosovar.
Los
ciudadanos serbios traspasaron la línea de seguridad y fueron detenidos a 50
metros del puesto de control, según ha informado la radiotelevisión pública serbia
RTS. Los manifestantes han entonado canciones patrióticas al grito de “Kosovo
es el corazón de Serbia” o “Frontera, nunca”.
A
su vez, el grupo de ultraderecha ha incendiado una pancarta con la inscripción “Acuerdo
de Bruselas”, en referencia al acuerdo de normalización de las relaciones entre
Serbia y Kosovo alcanzado en 2013 en un proceso amparado por la Unión Europea.
En
el lado Kosovar, se encuentran desplegados militares de la OTAN para garantizar
la estabilidad en la zona. Los operarios han tendido una alambrada como modo de
prevención de enfrentamientos.
Los
arrestos de dos policías kosovares la semana pasada provocaron el levantamiento
de barricadas en la zona de Kosovo, de mayoría serbia. Su presidenta, Vjosa Osmani,
acusa del bloqueo a “bandas criminales instruidas por Belgrado”.
Los
serbios defienden que las detenciones son infundidas y tienen como objetivo difundir
el terror entre la población. La familia de un tenido asegura que llevan nueve
días sin contacto con él y desconocen su paradero.
Kosovo,
una región poblada por serbios y albaneses, que proclamó la independencia, en
2008, de Serbia. Una disposición que muchos países de la UE no reconocen, entre
ellos España, Grecia, Eslovaquia y Rumania.