miércoles, 29 de mayo de 2024

La ilusión del poder

 


Jesús Archivet



En las complejas mareas de la existencia de la humanidad, el antagonismo entre diversas castas y sectas políticas se revela como un drama eterno y universal. Este juego perpetuo es animado por lo llamados intelectuales, aquellos profesionales de sueldo fijo, portadores de una palabra que bien podría clasificarse de apócrifa. Tal es la esencia de la política: una danza de poder en la que, tristemente, la dedsconfianza hacia las clases políticas, empresariales y culturales, incluso las aparentemente bien intencionadas, es no solo aconsejable sino necesaria. La realidad cínica y minimalista de que un ideal altruista no debe materializarse de ninguna forma parece ser una verdad ineludible en el escenario político contemporáneo.


La representación que nos propone las democracias débiles ha facrasado rotundamente. Sin embargo, la pulsión por votar persiste, un deseo insaciable que busca una falsa saciedad a través de la parcipación continua en un sistema de representación vacío. Este fenómeno puede interpretarse como una digestión bulímica y excremental del sistema, una manera de rechazarlo por exceso y no por rechazo, transformando así todo el sistema en un gran bolo fecal.


El retorno de una forma de facismo 'new age' en países como Argentina evidencia la debilidad intrínseca de los sistemas políticos y la extrema fragilidad del tejido social. En esta democracia agonizante, el gobernante inestable y desequilibrado, de capacidad nula en gestión pero de gravitación crucial en la vida argentina, se esfuerza en cumplir sus objetivo de represión, destrucción y censura. Anuncia sin tapujos que no hay espacio para devoluciones ni quejas.


En "Stalker" de Tarkovski, la Zona es una metáfora de la promesa de un ideal, un lugar donde los deseos más profundos pueden materializarse. Esta visión resuena con la crítica de Sanguinetti a los sistemas políticos actuales y su representación vacía. Ambos reflejan la desilusión con las instituciones establecidas y la búsqueda de un significado auténtico en un mundo donde las verdades son manipuladas.


La fascinación por el poder y la violencia ejercida sobre lo más débiles es una constante histórica que revela la proyección de los inconscientes reprimidos de los pueblos. La burgesía en todas sus formas, se ha ergido como enigma de la autenticidad y la equidad, destruyendo la fantástica aventura de vivir en libertad. El desprecio por la burgesía, por el tilingio, el cipayo, y su idiosincrasia se funda en su destrucción sistemática de cualquier intento de vida plena y libre.


"La Huega" de Robert Koehler (1886) captura con destreza el momento álgido de una disputa laboral, una metáfora visual de la lucha de clases y la resistencia frente al poder opresivo. Los trabajadores, unidos y solidarios, representan el corazon de la resistencia frente a un patrón distante e impasible, reflejando la inevitable erupción de la lucha por la justicia social.


Argentina vive una crisis profunda, marcada por la anomia cultural, política y social. La eleccion de Javier Milei como presidente en 2023 simboliza la caida vertiginosa del país hacia una represión sin precedentes, desgradadno la vida de millones de personas. Esta situación recurda la figura del dictador Adam Sutler en "V de Vendetta", una alegoría del presidente neoliberal y de extrema derecha, reflejando la opresión y la eliminación de la libertad.


La desobediencia se erige como una necesidad vital ante el poder de los ignorantes y las injusticias del sistema. Inspirado por Eduardo Galeano, propongo declarar el "Día de la Desobedinecia" como un acto de resistencia cultural y social, una rebelión contra la imposiciones arbitrarias y la opresión. La desobediencia es una actitud natural y necesaria para mantener la dignidad y la libertad en un mundo injusto.


La resistencia y la desobediencia son esenciales para enfrentar un sistema necrótico y disfuncional. En la obra " La invención de Morel" de Alfonso Bioy Casares, los personajes condenados a revivir sus momentos reflejan la manipulación de la historia y la lucha contra el olvido. Esta lucha es una metáfora de nuestra resistencia contra el poder opresivo y la búsqueda de una identidad auténtica.


Desobedecer significa expulsar de nuestras vidas la soberbia, la prepotencia y la desigualdad, caminar hacia un horizonte de armonía y fraternidad, y resistir las imposiciones de un sistema que perpetúa la injusticia y la explotación. En un mundo donde la violencia y la opresión fascinan, es vital unir voluntades y persistir en la resistencia, honrando la vida y luchando por un mundo más justo y libre.


Meditando sobre la fragilidad de la democracia y la manipulación de la memoria, es crucial prepararnos para lo imposible y resistir con todas nuestras fuerzas. La vida es breve y el destino marca nuestros pasos. La desobediencia es un acto de amor y libertad, una respuesta necesaria ante la prepotencia y la opresión de los poderosos. Honremos nuesta vida y busquemos las verdad y la justicia, resistiendo siempre contra el poder de los imbéciles y los opresores.

Dios, la energía creadora y la obra predeterminada

  Archivo de Jesús   La naturaleza de Dios ha sido objeto de innumerables reflexiones filosóficas y teológicas a lo largo de la historia...