Un excelente ejemplo de cómo los
grandes grupos de presión que actúan en el mundo manipulan a las opiniones
públicas a través de los medios de comunicación salió a luz el 15 de agosto de
2016, cuando la plataforma DC Leaks desveló 2.576 documentos internos de las Fundaciones
para una Sociedad Abierta (OSF, por sus siglas en inglés) del magnate y
especulador financiero George Soros. Famoso por haberse enriquecido provocando
la quiebra del Banco de Inglaterra en 1992, Soros controla una red mundial de
organizaciones no gubernamentales localizadas en una cuarentena de países. En esta
masiva filtración se mostraba cómo Soros y su equipo habían intervenido antes,
durante y después del controvertido cambio del gobierno en Ucrania en 2014,
empleando para tal fin las OFS y, dentro de ellas, la oenegé ucraniana
Fundación por el Renacimiento Internacional, también creada por Soros.
Entre otras medidas para conseguir
sus objetivo de expulsar del poder al presidente ucraniano Víktor Yanukóvich,
elegido democráticamente, y mantener en el puesto al nuevo presidente Petró
Poroshenko, en contra de los intereses de Rusia, uno de los documentos dados a
conocer por DC Leaks expone cómo Soros manifestaba la necesidad de hacer frente
a la “comprensión hacia Rusia” en Europa, especialmente en Grecia, muy ligada
cultural y religiosamente a Moscú, donde por tanto se debería hacer un esfuerzo
específico para poner a la opinión pública en contra de Rusia y a favor del
nuevo gobierno ucraniano. Para lograrlo, se proponía efectuar en el país heleno
una campaña de propaganda dirigida a periódicos, cadenas de radio y televisión,
páginas de internet y los cincuenta principales líderes de opinión de las redes
sociales.
Esta campaña mediática de
desprestigio de la posición rusa sobre la cuestión de Ucrania y favorable a Kiev
se debía replicar en otros principales países europeos. Se comenzaría por
contrarrestar cualquier actuación contraria a los perseguidos por Soros por
parte de partidos políticos como el Movimiento Cinco Estrellas italiano, el
español Podemos o el griego Syriza, considerados como “antisistema”.
Entre los documentos filtrado hubo
uno que llamó especialmente la atención, pues explicaba cómo OSF/IRF debía
manipular a los periodistas europeos para que informaran a favor del gobierno
de Poroshenko y en contra del Kremlin. Dividido en tres partes principales, sin
ningún miramiento hacia el democrático principio de la libertad de prensa, venía
a decir:
“Periodismo de investigación:
Seleccionar periodista de los cinco países objetivo (Alemania, Francia, España,
Italia y Grecia) y ofrecerles viajes de reportaje de larga estancia en Ucrania.
Más que especificarles sobre lo que deben escribir, se les deben sugerir
artículos. Mantendremos el veto sobre historias que pensemos pueden ser
contraproducentes. Se sugiere que contactemos directamente con los periodistas
para determinar los intereses.
Ventajas:
Táctica similar a lo que hemos
hecho en otros viajes de prensa. Oportunidad para construir relaciones con periodistas
y canales de televisión.
Inconvenientes:
Credibilidad: La estrategia del
veto significa que no es adecuado el periodismo independiente y podemos dañar
nuestra credibilidad ante los periodistas.
Control: Los periodistas pueden
producir historia que no tengan relevancia para la narrativa que perseguimos
transmitir o historias que sean contraproducentes (potenciar la narrativa del
fascismo, etc.)”
Aunque no se ha dudado de la autenticidad
de los documentos desvelados, la finalidad y el origen de DC Leaks se han
puesto en entredicho. No obstante, los objetivos que persiguen son manifiestos.
Según se menciona en su página web, considera al húngaro-americano George Soros
como el artífice y promotor de casi todas las revoluciones y golpes de Estado
que han tenido lugar en todo el mundo durante los últimos veinticinco años. Así
mismo, DC Leaks sostiene que Soros ha patrocinado al Partido Demócrata estadounidense,
a Hilary Clinton – la candidata demócrata a las elecciones presidenciales de
2016- y a cientos de otros políticos de todas partes del mundo. Además de la
finalidad implícita de desvelar presuntas maniobras de Soros para influir en la
esfera social y política mundial, en la portada de la página web de DC Leaks
puede leerse que el objetivo es permitir el libre acceso al interior de la OSF
y de las organizaciones relacionadas, ofreciendo los planes de trabajo, las
estrategias, las prioridades y otras actividades de Soros, poniendo en evidencia
a una de las redes más influyentes que actúan a lo largo y ancho de todo el
mundo. Y en cuanto a la relación con Hilary Clinton, los documentos desvelados
apuntan que existiría una estrecha colaboración entre la Iniciativa Global Clinton
y las OSF con el propósito de influir en terceros países.
La principal controversia surge a
la hora de identificar el origen o quién puede haber detrás de DC Leaks. De atenerse
a lo declarado por sus propios creadores, se trataría de una entidad estadounidense
integrada por ‘hacktivistas’. Pero hay empresas especializadas en ciberseguridad
que aseguran con rotundidad que detrás de esta web, creada en junio de 2016, se
esconde una trama bien organizada dirigida por el departamento de inteligencia
militar ruso, y más concretamente, un grupo de hackers relacionado con él que
se denomina Fancy Bear, también conocido como Pawn Storm o APT28. Por su parte,
la inteligencia estadounidense relacionó las filtraciones de DC Leaks con el
presunto empeño del Kremlin de influir en las elecciones presidenciales de 2016
en Estados Unidos, sobre todo para desprestigiar a Hillary Clinton.
Dejando aparte el asunto de DC
Leaks, la figura de Soros es muy controvertida. En diversos documentos y
reportajes periodísticos se lo acusa igualmente de patrocinar a los defensores
de la teoría del cambio climático, entre otras muchas actividades de corte progresista
y liberal en todo el mundo. Actualmente, el gobierno húngaro de Viktor Orbán
mantiene una pugna particular contra Soros por la implantación de la
Universidad Centroeuropea (CEU) de Budapest, financiada por el magnate
estadounidense de origen magiar de ser partidario de la inmigración – a la que abiertamente
se opone el gobierno húngaro- y de apoyar a oenegés de corte liberal.