sábado, 13 de julio de 2024

Los Juegos Olímpicos de Berlín: Un escenario de Política y Deporte

 

Jesús Archivet

 

Los Juegos Olímpicos de Berlín 1936, oficialmente conocidos como los Juegos de la XI Olimpiada, se llevaron a cabo en Berlín, Alemania, del 1 al 16 de agosto de 1936. Celebrados durante el período del Tercer Reich, estos Juegos marcaron un punto de inflexión tanto en la historia del deporte como en la política mundial. Participaron 3.963 deportistas (3.632 hombres y 331 mujeres) de 49 países, quienes compitieron en 19 deportes y 129 especialidades. El atleta estadounidense Jesse Owens fue el más destacado de estos juegos, ganando cuatro medallas de oro en pruebas de atletismo.

La elección de Berlín como sede olímpica se decidió en 1931, antes de Adolf Hitler ascendiera al poder en 1933. A pesar de las primeras intenciones de boicot por parte del equipo estadounidense, finalmente optaron por participar. Hitler utilizó los Juegos Olímpicos como una plataforma para exhibir la “magnificencia” del nazismo. El ministro de propaganda, Joseph Goebbels, fue el encargado de este ambicioso programa de difusión, encomendando la escenografía a Albert Speer y la supervisión y filmación a la fotógrafa Leni Riefenstahl.

Durante la inauguración de los Juegos, el célebre dirigible Hindenburg sobrevoló el estado olímpico como una muestra de grandeza y poderío alemán, momentos antes de la aparición de Hitler. Esta grandiosa puesta en escena fue un intento deliberado de proyectar la supremacía y el orden del régimen nazi al mundo.

España, es un gesto sin precedentes, boicoteó estos Juegos. En su lugar, se organizó la Olimpiada Popular en Barcelona, que fue suspendida debido al estallido de la Guerra Civil Española un día antes de su inauguración.

Los Juegos Olímpicos de Berlín estuvieron plagados de controversias. Una de las más destacadas es la supuesta intención de Hitler de usar los Juegos para demostrar la superioridad racial aria. La instrumentalización propagandística de los juegos por parte del régimen nazi ha sido ampliamente criticada.

Una de las figuras más emblemáticas de estos Juegos fue Jesse Owens, quien ganó las pruebas de 100m, 200m, 4x100m y salto de longitud. Se afirma que Hitler rehusó dar la mano a Owens. Sin embargo, la realidad es que Hitler solo felicitó personalmente a los dos primeros ganadores de los Juegos y luego dejó de hacerlo con los siguientes. Owens recibió una felicitación oficial por escrito del gobierno alemán, mientras que el presidente estadounidense Franklin Delano Roosevelt no lo invitó a la Casa Blanca ni le envió felicitaciones, algo que Owens lamentaría en sus memorias. Más tarde, el presidente George Bush concedería a Owens, de manera póstuma, la Medalla de Honor del Congreso.

Los Juegos también fueron momentos de humillación para el régimen nazi, ya que algunos atletas negros lograron un gran número de medallas. A pesar de ello, Alemania ganó más medallas que cualquier otro país, y Hitler se mostró satisfecho por el resultado.

Otro incidente polémico fue la exclusión de la atleta alemana Gretel Bergmann del equipo alemán por ser judía, a pesar de haber igualado un récord nacional en salto de altura un mes antes de los Juegos.

Durante el evento de fútbol, un controvertido partido de cuartos de final entre Austria y Perú llevó a la retirada de las delegaciones de Perú y Colombia, tras una reclamación de la delegación austriaca y la negativa peruana a jugar un partido de desempate.

Esta Olimpiada fue la primera en utilizar una carrera de relevos para traer el fuego olímpico desde Grecia al sitio de los juegos. La idea, propuesta por Carl Diem, jefe del comité organizador, simboliza la conexión cultural del Tercer Reich con la antigua Grecia. Del 20 de julio al 1 de agosto, 3.422 relevistas llevaron la antorcha olímpica en un recorrido de 3.422 kilómetros, atravesando Grecia, Bulgaria, Yugoslavia, Hungría, Austria, Checoslovaquia y Alemania.

Los Juegos Olímpicos de Berlín 1936 incluyeron una variedad de deportes: atletismo, baloncesto, balonmano a once, boxeo, ciclismo, equitación, esgrima, fútbol, gimnasia, halterofilia, hockey, lucha, natación, pentatlón moderno, piragüismo, polo, remo, saltos de natación, tiro, vela y waterpolo.

Participaron países de todo el mundo, con debutantes como Afganistán, Bermudas, Bolivia, China y Costa Rica. España no participó, organizando en su lugar la Olimpiadas Populares en Barcelona, que no se celebraron debido al inicio de la Guerra Civil Española.

Alemania encabezó el medallero con 33 medallas de oro, seguida por Estados Unidos con 24 y Hungría con 10. El rendimiento de los atletas alemanes fue motivo de orgullo para el régimen nazi.

Los Juegos Olímpicos de Berlín 1936 fueron más que un evento deportivo; fueron un instrumento político en manos del régimen nazi y un escenario de resistencia y lucha para muchos atletas. La memoria de estos Juegos sigue siendo un recordatorio de cómo el deporte puede ser utilizado para fines políticos, pero también de cómo los valores olímpicos de igualdad y competencia justa pueden prevalecer en medio de la adversidad.

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