miércoles, 15 de junio de 2022

Atlántida, el continente perdido

 

La zona incierta del planeta nombrada en diversas culturas es objeto de investigación en la actualidad


 

Los grandes pensadores, científicos, aventureros del misterio enfocan sus estudios en observar el comportamiento de objetos interestelares, muy lejanos de nuestro planeta, llegando incluso a observar cuerpos exteriores a nuestro Sistema Solar. En cambio, en la Tierra, a pesar de la estancia del Homo sapiens sapiens en el globo azul (entre 300.000 y 200.000), aún sigue habiendo grandes incógnitas que resolver. De este modo la Atlántica, el continente perdido mencionado por civilizaciones distantes como la griega o la azteca es una zona de la que se sabe poco, e incluso en la actualidad, cabe la posibilidad de que tan solo fuese una invención literaria del ser humano. La isla mística caracterizada por ser una potencia militar en sus años de vida fue descrita por el filósofo griego Platón en los diálogos `Timeo y Critias´. Como gran misterio de la humanidad, el continente nunca conocido a sido protagonista de múltiples teorías.

En la mitología de las antiguas civilizaciones aparece de manera recurrente la existencia de un continente milenario desaparecido tras un cataclismo. La primera documentación que menciona a Atlántida procede de la Antigua Grecia, de ni más ni menos, el gran filósofo Platón en la obra `Timeo y Critias´, en la cual relató los viajes de Solón a Egipto. Los sumos sacerdotes egipcios narraron a Solón sobre una guerra lleva a acabo hace miles de años, entre los primitivos atenienses y los habitantes de Atlántida.

Atlántida, s.X a.C

En el 9.500 a.C existió, en el centro del océano Atlántico una gran isla con una especie de monarquía confederada cuyos diez soberanos gobernaban muchos países. Este gobierno regia en un vasto imperio que se extendía por zonas de África, Europa y América del Sur.  Platón describe la isla como escarpada, a excepción de una gran llanura en forma oblonga de poco menos de 2000 kilómetros cuadrados rodeada de montañas hasta el mar. La isla era inexpugnable para los hombres pero, por lo contrario, no más eficaz defensivamente para detener la fuerza de la naturaleza que tras un gran cataclismo hundió por completo esta civilización y sus tierras a las profundidades del océano. Se dice que la caída de Atlántida supuso un retraso cultural que inició las civilizaciones actuales.

Esto es lo que narró Platón, aunque también se tiene en cuenta la información procedente de la Edad Media y la Edad Moderna, tiempos de los que los investigadores han obtenido escritos de Eustacio de Tesalónica quien menciona a la Atlántida en su comentario a la obra de Dionisio Periegeta. Y más tarde, en el Renacimiento, la leyenda fue recuperada por los humanistas quienes la calificaban como una reliquia geográfica olvidada. Escritores como Francisco López de Gómara, Francis Bacon y José Peciller de Ossau crearon obras en relación con la existencia de este continente ya sea de forma real o ficticia. Los relatos de la edad antigua y la más reciente coincidían en un gran cataclismo producido más o menos en la misma fecha.

LEYENDAS PARALELAS

Más allá de documentos europeos, se han encontrado leyendas milenarias mexicanas como la que cuenta que los habitantes de la isla de Azlán, ubicada en el oceáno Atlántico, tuvieron que huir porque la isla se hundía, viéndose obligados por esta situación a establecerse en zonas mexicanas y dando a su pueblo el nombre de aztecas. Según el notorio arqueólogo y coronel británico James Churchward que en 1870 descubrió en un templo de India, tablillas escritas en lengua en desuso, cuenta que un sumo sacerdote le reveló que se trataba de tablillas sagradas pues estaban escritas por los Siete Hermanos, conocidos como `Nacaal´ que habían llegado desde el continente Mu con la misión de difundir la ciencia, religión y las sagradas escrituras. Las tablillas reflejan que el ser humano dio sus primeros pasos en Mu, un continente que según estas está hundido en el océano Pacífico tras un gran cataclismo.

Un continente con una historia análoga a la de Atlántida, pues además de esta peculiaridad, son numerosas las similitudes entre las civilizaciones de América del Sur y Egipto: pirámides, particulares técnicas de construcción de muros, la práctica del embalsamado de los difuntos, la división del año en 365 días. Coincidencias que hacen pensar: ¿Se trata de dos pueblos lejanos o de una misma civilización? . Algunos estudiosos apuntan que Mu era un continente situado en el océano Pacífico con una política donde el poder estaba en las manos de la raza blanca, quienes adoraban a un único dios llamado Sol Ra. Estos individuos colonizaron América del Sur, llegando más tarde hasta Asia central y Europa del este.

Diversos estudios han situado a Atlántida en el actual altiplano sobre el que se encuentran las islas Azores. Este lugar corresponde con la descripción de Platón, una isla dotada de una cadena montañosa y una vasta planicie. Investigaciones realizadas en el fondo marino han mostrado lo que parece ser restos de una civilización humana antigua. Aunque, los iniciados en la investigación han de cuidarse de toparse con datos falsos como el publicado en 2009 por el periódico británico de Telegraph quien dio a conocer un articulo insinuando que usando el Google Ocean se podía ver un misterioso rectángulo bajo el mar del océano Atlántico en las coordenadas 35º 15´15´´N 24º 15´15.53´´ O.


 

ENTRE HIELOS

Existe una teoría que reza que los restos de Atlántida se ubican en la Antártida, continente que en una época determinada de la historia se ubicaría más al norte de su posición actual, y en parte, no estaría tan helado. A lo largo de los siglos la fuerza centrífuga generada por la rotación terrestre, sumada al peso de la gran cantidad de hielo cercana a uno de los polos, podría haber originado el desplazamiento terrestre. Uno de los mayores defensores de esta teoría fue Albert Einstein quien consideró que existían pruebas para verificar este fenómeno. Se especula que la última glaciación ocurrió entre el 15.000-10.000 a.C, periodo en el que la mayor parte del continente norteamericano esta recubierto de hielo. Al derretirse estos bloques de hielo el nivel del mar se incrementó y provocó el asentamiento de la corteza terrestre, una vez liberada tal cantidad de peso.

Entonces, ¿puede ser que la Antártida se ubica por encima de una antigua civilización? A la respuesta de esta pregunta, el pasado 20 de noviembre de 2021 se tomó una imagen en la que se muestra un canal de agua de aproximadamente 6 kilómetros de ancho localizado en la plataforma de hielo de Ronne en el Mar de Weddell, según la revista Muy Interesante, se ha publicado un estudio en el que se detalla que el espesor de esta plataforma se formó por la acumulación de cristales de hielo del agua de mar enfriada que está por debajo y se extiende en decenas de metros sobre el mar. Este fenómeno es conocido como Iceberg A-76. Y además, en muchas otras fotografías pueden apreciarse diversas formar circulares que puede tratarse, probablemente, de cráteres volcánicos. Otro dato llamativo de algunos analistas forjados en la zona, indica que la presencia de hierro en la zona tiene una alta concentración, por lo que Platón no estaba tan equivocado al escribir que los muros de la ciudad eran de metal.


 

CRÍTICAS

El periodista escéptico, especializado en temas científicos y fundador de la Skeptics Society, Michael Shermer, mantiene que las hipótesis en relación con la ubicación de Atlántida tienen defectos de fondo y forma, ya que, según este periodista, las antiguas leyendas sobre esta gran isla son meras obras literarias cargadas de ficción. Dicha postura es apoyada por numerosos estudiosos del pensamiento platónico. Por tanto, no hay que olvidarse que el mismo Platón recomienda, en su estudio de la polis ideal, el uso de una noble falsedad para poder discutir y consolidar el sistema político ideal.

Sea ficticia o no la teoría de la existencia de un séptimo continente en la Tierra, lo realmente curioso e intrigante es la innumerable cantidad de misterios y enigmas que guarda este planeta, que en su mayoría es agua, llegados hasta épocas actuales gracias a mitos y leyendas de personas que a lo largo de la historia tuvieron preocupaciones más allá de las básicas y principales. Un planeta en el que las teorías hasta hoy existentes invitan a los curiosos y valientes a indagar y explorar con el fin de revelar verdades últimas, sin olvidarse de pasar el examen científico, para sustentar los datos verazmente.

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