Jesús Archivet
@JessMaroto2
En
el vasto escenario de la historia militar, la Infantería de Marina de España
brilla con un fulgor singular. No solo es la unidad de élite de la Armada
Española, sino también la infantería de marina más antigua del mundo, con un
linaje que se remonta al 27 de febrero de 1537, cuando fue creada por el rey
Carlos I. Su origen se encuentra en los Tercios Viejos, tropas de infantería
que, desde su concepción, se especializaron en la guerra naval y anfibia,
marcando un hito en la historia militar global.
Nacimiento
y consolidación
La
creación de la Infantería de Marina bajo el mandato de Carlos I fue un hito que
diferenciaba a estas tropas de sus predecesoras. Mientras que las unidades de
infantería tradicionalmente se embarcaban de manera temporal para campañas
específicas, la Infantería de Marina fue concebida para una dedicación exclusiva
a las operaciones navales. Esta unidad fue inicialmente destinada a las
escuadras de galeras del Mediterráneo, constituyendo una fuerza permanente y
especializada en la proyección del poder naval desde el mar hacia la tierra.
El
reinado de Felipe II supuso una evolución crucial en el concepto de operaciones
anfibias. Fue durante esta época cuando se consolidó el concepto de “fuerza de
desembarco”, con unidades asignadas específicamente para desembarcar y
enfrentarse a las fuerzas terrestres enemigas. Un claro ejemplo de esta táctica
fue el Tercio de la Armada del Mar Océano, que combatió heroicamente en la
Batalla de Lepanto en 1571.
Reorganización
y evolución
Con
la llegada de los Borbones al trono español en el siglo XVIII, la organización militar
sufrió una transformación significativa. Los legendarios Tercios fueron
reemplazados por Regimientos, y en 1717, el Cuerpo de Batallones de Marina fue
formalmente organizado, destacándose en diversas acciones militares en Europa y
América. La misión de estos batallones se centró en la guarnición de buques y
la ejecución de operaciones de desembarco, contribuyendo a la protección del
poder naval español en distintos teatros de operaciones.
Durante
este periodo, la Infantería de Marina se distinguió en numerosas campañas,
incluyendo la defensa de La Habana en 1762 y la reconquista de Buenos Aires en
1806. Además, se reorganizó para adaptarse a las nuevas realidades
estratégicas, pasando a ser conocida por un sistema ordinal en lugar de llevar
el nombre de sus capitanes, reflejando una modernización acorde con las tendencias
militares europeas de la época.
El
siglo XIX y la Guerra Civil
El
siglo XIX vio la creación del Real Cuerpo de Infantería de Marina en 1827,
consolidándose como una fuerza expedicionaria que participó en campañas en
América, África y Asia. Las guerras carlistas y ultramarinas demandaron un
constante despliegue de estas unidades, que demostraron su valentía en
numerosas acciones, como la heroica carga a la bayoneta en San Pedro Abanto en
1874.
La
Guerra Civil Española supuso un duro golpe para la Infantería de Marina, con
unidades combatiendo en ambos bandos. A pesar de la crisis que atravesó el
cuerpo, la guerra reactivó su rol operativo, participando tanto en operaciones
terrestres como navales.
Renacimiento
en la época contemporánea
La
Segunda Guerra Mundial y los conflictos subsiguientes revalorizaron la
importancia de las operaciones anfibias. En España, esto llevó a una revitalización
de la Infantería de Marina, que en 1957 recuperó su misión como fuerza de desembarco.
La creación del Tercio de Armada en 1969 marcó un hito en la modernización del
cuerpo, adaptándose a las complejidades técnicas y tácticas de las operaciones
anfibias contemporáneas.
En
las últimas décadas, la Infantería de Marina ha sido desplegada en misiones
internacionales clave, desde Bosnia-Herzegovina hasta el Océano Índico,
demostrando su capacidad operativa y su alto grado de adiestramiento. Las fuerzas
anfibias españolas han sido reconocidas por su interoperabilidad y eficacia en
operaciones multinacionales, consolidando su posición como una unidad de élite
en el escenario militar global.
La
infantería de Marina de España no es solo un testimonio viviente de la historia
militar del país, sino un pilar fundamental de la defensa y proyección del
poder naval español. Su evolución a lo largo de los siglos refleja la adaptación
constante a las cambiantes demandas estratégicas, manteniéndose siempre en la
vanguardia de las operaciones anfibias. Con una historia rica y una tradición de
valor y sacrificio, la Infantería de Marina continúa siendo una fuerza clave en
la defensa de España y sus intereses en el mundo.
Muy bueno el artículo.
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