sábado, 10 de agosto de 2024

La unidad de élite que ha defendido los mares y tierras de España por más de cuatro siglos

 


Jesús Archivet

@JessMaroto2

 

En el vasto escenario de la historia militar, la Infantería de Marina de España brilla con un fulgor singular. No solo es la unidad de élite de la Armada Española, sino también la infantería de marina más antigua del mundo, con un linaje que se remonta al 27 de febrero de 1537, cuando fue creada por el rey Carlos I. Su origen se encuentra en los Tercios Viejos, tropas de infantería que, desde su concepción, se especializaron en la guerra naval y anfibia, marcando un hito en la historia militar global.

Nacimiento y consolidación

La creación de la Infantería de Marina bajo el mandato de Carlos I fue un hito que diferenciaba a estas tropas de sus predecesoras. Mientras que las unidades de infantería tradicionalmente se embarcaban de manera temporal para campañas específicas, la Infantería de Marina fue concebida para una dedicación exclusiva a las operaciones navales. Esta unidad fue inicialmente destinada a las escuadras de galeras del Mediterráneo, constituyendo una fuerza permanente y especializada en la proyección del poder naval desde el mar hacia la tierra.

El reinado de Felipe II supuso una evolución crucial en el concepto de operaciones anfibias. Fue durante esta época cuando se consolidó el concepto de “fuerza de desembarco”, con unidades asignadas específicamente para desembarcar y enfrentarse a las fuerzas terrestres enemigas. Un claro ejemplo de esta táctica fue el Tercio de la Armada del Mar Océano, que combatió heroicamente en la Batalla de Lepanto en 1571.

Reorganización y evolución

Con la llegada de los Borbones al trono español en el siglo XVIII, la organización militar sufrió una transformación significativa. Los legendarios Tercios fueron reemplazados por Regimientos, y en 1717, el Cuerpo de Batallones de Marina fue formalmente organizado, destacándose en diversas acciones militares en Europa y América. La misión de estos batallones se centró en la guarnición de buques y la ejecución de operaciones de desembarco, contribuyendo a la protección del poder naval español en distintos teatros de operaciones.

Durante este periodo, la Infantería de Marina se distinguió en numerosas campañas, incluyendo la defensa de La Habana en 1762 y la reconquista de Buenos Aires en 1806. Además, se reorganizó para adaptarse a las nuevas realidades estratégicas, pasando a ser conocida por un sistema ordinal en lugar de llevar el nombre de sus capitanes, reflejando una modernización acorde con las tendencias militares europeas de la época.

El siglo XIX y la Guerra Civil

El siglo XIX vio la creación del Real Cuerpo de Infantería de Marina en 1827, consolidándose como una fuerza expedicionaria que participó en campañas en América, África y Asia. Las guerras carlistas y ultramarinas demandaron un constante despliegue de estas unidades, que demostraron su valentía en numerosas acciones, como la heroica carga a la bayoneta en San Pedro Abanto en 1874.

La Guerra Civil Española supuso un duro golpe para la Infantería de Marina, con unidades combatiendo en ambos bandos. A pesar de la crisis que atravesó el cuerpo, la guerra reactivó su rol operativo, participando tanto en operaciones terrestres como navales.

Renacimiento en la época contemporánea

La Segunda Guerra Mundial y los conflictos subsiguientes revalorizaron la importancia de las operaciones anfibias. En España, esto llevó a una revitalización de la Infantería de Marina, que en 1957 recuperó su misión como fuerza de desembarco. La creación del Tercio de Armada en 1969 marcó un hito en la modernización del cuerpo, adaptándose a las complejidades técnicas y tácticas de las operaciones anfibias contemporáneas.

En las últimas décadas, la Infantería de Marina ha sido desplegada en misiones internacionales clave, desde Bosnia-Herzegovina hasta el Océano Índico, demostrando su capacidad operativa y su alto grado de adiestramiento. Las fuerzas anfibias españolas han sido reconocidas por su interoperabilidad y eficacia en operaciones multinacionales, consolidando su posición como una unidad de élite en el escenario militar global.

 

La infantería de Marina de España no es solo un testimonio viviente de la historia militar del país, sino un pilar fundamental de la defensa y proyección del poder naval español. Su evolución a lo largo de los siglos refleja la adaptación constante a las cambiantes demandas estratégicas, manteniéndose siempre en la vanguardia de las operaciones anfibias. Con una historia rica y una tradición de valor y sacrificio, la Infantería de Marina continúa siendo una fuerza clave en la defensa de España y sus intereses en el mundo.


1 comentario:

Dios, la energía creadora y la obra predeterminada

  Archivo de Jesús   La naturaleza de Dios ha sido objeto de innumerables reflexiones filosóficas y teológicas a lo largo de la historia...