jueves, 25 de julio de 2024

 

Las fortalezas del chavismo de cara a la reelección de Maduro en Venezuela

 



Jesús Archivet

 

En Caracas, el barrio 23 de Enero, bastión del chavismo, muestra su apoyo inquebrantable a Nicolás Maduro mientras Venezuela se prepara para las elecciones presidenciales del próximo domingo. La maquinaria chavista se despliega con vigor y convicción, alimentada por una identidad arraigada y un rechazo visceral a la oposición.

Maduro, al frente del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), busca consolidar su liderazgo frente a Edmundo González Urrutia, respaldado por la figura radical de María Corina Machado. En este contexto, es crucial entender las fortalezas que han permitido al chavismo mantener su relevancia y apoyo popular a lo largo de los años.

El 23 de Enero no es solo un enclave chavista; es un microcosmos de la organización y movilización política que caracteriza al PSUV. Con una estructura que abarca desde la dirección nacional hasta las bases en cada calle, el partido ha logrado una penetración social única. Esta red de organizaciones sociales, consejos comunales y colectivos crea una base sólida que no solo apoya a Maduro, sino que también asegura una participación activa en las elecciones.

Iris Varela, dirigente histórica del chavismo, destaca la capacidad organizativa del PSUV, afirmando que están mejor preparados que nunca. Este nivel de organización no solo garantiza la movilización electoral, sino que también fortalece la identidad chavista en las comunidades.

El chavismo ha construido una identidad basada en la lucha y la resistencia. Los recuerdos de persecuciones y violencia durante gobiernos anteriores siguen vivos en la memoria colectiva del 23 de Enero. Esta memoria histórica no solo alimenta el apoyo a Maduro, sino que también refuerza el rechazo a una oposición vista como una amenaza.

Julio Garnique y Alexei Ramos, militantes del barrio, expresan un temor fundado en experiencias pasadas. La posibilidad de un gobierno opositor se percibe como un retorno a tiempos de represión y persecución, especialmente bajo el liderazgo de figuras como María Corina Machado. Esta narrativa fortalece el voto chavista, impulsado por un deseo de paz y estabilidad.

La economía venezolana, duramente golpeada en años anteriores, muestra signos de recuperación. Datos del crecimiento del 7% en el primer trimestre de 2024 y un pronóstico del 4% anual por parte de la CEPAL son indicadores alentadores. Este repunte económico se refleja en el aumento del comercio total y en un renovado espíritu emprendedor.

Susana Pérez Betancourt, vecina y productora audiovisual, relata cómo la crisis impactó profundamente en la comunidad. Sin embargo, también reconoce una mejora reciente en las condiciones económicas, que ha revitalizado el entorno social y comercial del 23 de Enero. Esta percepción de mejora económica refuerza el apoyo a Maduro, visto como el artífice de esta recuperación.

La campaña de Edmundo González Urrutia, con el respaldo de Machado, se enfrenta a una barrera significativa en los bastiones chavistas. La promesa de “reconciliación y encuentro” de la oposición no resuena en comunidades que asocian a la derecha con represión y exclusión.

El PSUV apuesta por una fuerte movilización, confiando en su maquinaria electoral y en una base de apoyo consolidada. La capilaridad de la organización chavista, desde los jefes de UBCH hasta los jefes de la calle, garantiza una presencia y activismo constante que la oposición difícilmente puede igualar.

En conclusión, las fortalezas del chavismo de cara a la reelección de Maduro radican en su sólida organización, identidad arraigada, memoria histórica y una recuperación económica palpable. Estas fortalezas no solo aseguran un apoyo constante, sino que también representan un obstáculo formidable para la oposición en su intento de desbancar al chavismo del poder en Venezuela.

jueves, 18 de julio de 2024

El legado de los canteros medievales: constructores de catedrales

 

 Jesús Archivet

 

La magnitud de las construcciones medievales

 

Entre los años 1050 y 1350, Europa vivió un impresionante auge en la construcción de catedrales, iglesias, monasterios y castillos. Sólo en Francia, durante este período se construyeron 80 catedrales y 500 iglesias, además de miles de iglesias parroquiales. La magnitud de estas obras es tal que en estos tres siglos se utilizó más piedra que en toda la historia del antiguo Egipto. La gran pirámide de Keops, con casi 147 metros de altura y más de 2.500.000 metros cúbicos de piedra, parece pequeña comparada con la cantidad de piedra utilizada en la construcción de las grandes catedrales europeas.

Las grandes catedrales no sólo se caracterizan por su altura y grandiosidad, sino también por sus cimientos, que en algunos casos alcanzan los 10 metros de profundidad, similar al nivel medio de una estación de metro parisina. Por ejemplo, la catedral de Ameins, con una superficie de 7.700 metros cuadrados, permitió que todos sus habitantes -unas 10.000 personas- asistieran a la misma ceremonia. En Notre-Dame de París podían congregarse 9.000 feligreses, casi toda la población de la ciudad en aquella época.

También es impresionante la altura de las naves y torres de estas catedrales. En el coro de la catedral de Beauvais, la bóveda se eleva 48 metros del suelo, permitiendo construir un edificio de 14 plantas antes de llegar a él. La aguja de la catedral de Chartres, construida en el siglo XII, se eleva hasta los 105 metros, lo que equivale a un rascacielos de 30 plantas, mientras que la torre de Estrasburgo alcanza los 142 metros, lo que correspondería a un edificio de 40 plantas.

Los artesanos de la piedra

A diferencia de las canteras del antiguo Egipto, de las que se sabe poco, disponemos de información detallada sobre los trabajadores de la Edad Media occidental. Documentos de la época revelan la identidad, estilo de vida y trabajo de estos artesanos. La guía de Santiago de Compostela, el Códice Calixtino del siglo XII, menciona a 50 artesanos que trabajaron en la catedral. En Westminster, en 1253, están documentados una media de 40 canteros trabajando en la catedral. La comuna de Siena, en sus estatutos de 1260, se comprometió a mantener permanentemente diez artesanos en los trabajos de la catedral, mientras que en Praga, a mediados del siglo XIV, trabajaban en la catedral una media de 15 a 20 albañiles o albañiles.

Estas informaciones revelan la organización del trabajo y la forma de vida de estos artesanos, incluida su reglamentación social y profesional. Mientras que los arquitectos gozaban de una posición social elevada, los masones contaban con ayudantes llamados famuli, así con la colaboración de técnicos de otros oficios: carpinteros, herreros, plomeros, vidrieros, pulidores y peones. En la abadía de Westminster, en mayo de 1253, trabajaban 39 canteros, 15 marmolistas, 26 albañiles-asentadores, 32 carpinteros, 2 pintores, 13 pulidores de mármol, 19 herreros, 14 vidrieros, 4 plomistas y 176 peones, totalizando 340 hombres.

Carpinteros y albañiles

El canónigo Hugues de Saint-Víctor, a mediados del siglo XII, distingue entre varias categorías de obreros. La arquitectura se divide en masonería cementaria, que incluye a los canteros (latomus) y a los albañiles (cementarios), y en la carpintería, que incluye a los carpinteros (carpentarios) y ebanistas (tignarios). La distinción entre latomus y cementarius parece corresponder a dos profesiones diferentes: el primero da forma a la piedra, y el segundo la coloca y une con mortero. Esta distinción se refleja en la lengua de cada país, aunque no siempre se respetaba estrictamente.

En el siglo XIV, en Inglaterra, se distingue entre freestone-mason, el albañil que trabaja la piedra blanda de adorno, y rough-mason, el albañil que trabaja la piedra más tosca y dura. La expresión freestone-mason se simplificó a free-mason, aludiendo a la calidad de la piedra. Se reconocen dos categorías de obreros: el masón superior o cantero, que trabaja la piedra, y el inferior o albañil, encargado de colocarla. Dentro de los canteros, se distingue entre quienes trabajan la piedra blanda de adorno y los que trabajan la piedra dura de sillería.

Un oficio itinerante

Los masones medievales no eran originarios de la región donde trabajaban. Dado lo especializado de su trabajo, se desplazaban a donde se les requería, incluso a regiones o países distintos. En la abadía de Vale Royal, los investigadores D.Knoop y G.P Jones encontraron que solo un 5-10% de los masones eran originarios de la zona. En Saint-Victor de Xanten, muchos obreros eran extranjeros. En Premontré, los masones franceses y alemanes trabajaban en lados opuestos de la iglesia, compitiendo entre sí.

Esta movilidad migratoria se evidencia en los signos lapidarios que permiten seguir el paso de los mismos equipos de trabajo en distintas obras. Estas migraciones se remontan a épocas muy lejanas. En Alemania, una carta del año 549 menciona el envío de masones italianos a Tréveris. Para la construcción del monasterio de Schildesche en Westfalia, en 940, se trajeron fabri murarii et cementarii de las Galias. El obispo Meinwerk de Perborn, a principios del siglo XI, construyó la capilla de San Bartolomé con trabajadores griegos.

Los arquitectos o maestros masones a menudo llevaban consigo a un número de obreros. En 1483, el alsaciano Niesenberg llevó a 13 compañeros a Milán para construir la cúpula de la catedral. Estos desplazamientos explican las influencias lejanas en algunas obras.

Obreros libres, siervos y monjes

Los obreros medievales eran generalmente de condición libre. Sin embargo, algunos textos antiguos mencionan vestigios de siervos trabajando en construcciones. En algunos monasterios, había conversos o legos (frates barbati) y oblatos (seglares) que desempeñaban oficios de la construcción. En Hirsau, según el abate Trithème, había unos 50 oblatos y 60 barbati. Federico II, en 1224, empleó conversos de abadías cistercienses para construir castillos y residencias.

No obstante, los conversos representaban un número reducido de los trabajadores. En Inglaterra, el rey recurrió en alguna ocasión al sistema de “presa”, una leva obligatoria para reclutar obreros, pero esto era excepcional.

Logias y cofradías

La movilidad y la independencia de los canteros medievales llevaron a la creación de logias, que originalmente eran recintos donde se reunían los masones. Estas logias se convirtieron en verdaderos gremios o gildas, reconocidas oficialmente y con derechos políticos. En Europa, existió una organización muy desarrollada, notablemente representada en la reunión de Ratisbona en 1459, donde se aprobaron los estatutos que constituían un código ético de la profesión.

Los estatutos de Ratisbona mencionan la jerarquía de maestros, compañeros y aprendices, y establecen normas éticas para los masones. Debían vivir según la fe cristiana, confesarse y comulgar al menos una vez al año, y los bastardos eran excluidos. Los masones itinerantes eran objeto de previsión particulares.

La vida del masón

La gran logia de Estrasburgo, que influyó significativamente en la organización profesional de los masones, presenta especial interés. En 1782, el canónigo Grandidier publicó un resumen de sus estatutos. Los masones de Estrasburgo diseñaban edificios y tallaban piedras, considerándose superiores a los albañiles comunes. Sus atributos y símbolos eran la escuadra, el nivel y el compás.

Los masones formaron un cuerpo independiente con palabras de contraseña y toques para distinguirse. Los aprendices, compañeros y maestros eran recibidos con ceremonias secretas. El aprendiz que se elevaba a compañero juraba no divulgar los secretos de la sociedad, y los maestros y compañeros tenían prohibido instruir a extranjeros en los estatutos de la masonería.

Cada logia tenía una caja para el dinero destinado a las necesidades de los hermanos pobres o enfermos. Los masones debían llevar una vida acorde con la fe cristiana. Quienes no cumplían con sus deberes religiosos o llevaban una vida libertina eran expulsados.

El legado de los constructores medievales

La construcción de las grandes catedrales medievales cesó, pero el mundo simbólico y ritual de las hermandades de constructores perduró. Sus jerarquías, ritos y signos fueron asimilados por sociedades secretas, preservando así el espíritu de fraternidad y compromiso que caracterizó a los constructores medievales.

 

Los canteros medievales, con su movilidad, especialización y organización, desempeñaron un papel crucial en la construcción de las grandes catedrales de Europa. Su legado va más allá de las piedras tralladas y las bóvedas elevadas: incluye una rica tradición de fraternidad, ética profesional y simbolismo que ha perdurado a lo largo de los siglos.

miércoles, 17 de julio de 2024

8 cosas que crees saber y que no son ciertas, según la ciencia

  

Jesús Archivet

 

La realidad a menudo es más sorprendente que la ficción, y en el ámbito de la ciencia, muchos “hechos” que creemos saber resultan totalmente falsos. ¿Qué es verdad y qué es mito? Aquí te presento ocho creencias comunes que la ciencia ha desmentido. Prepárate para sorprenderte.

 

1.    ¿Es cierto que el pez dorado tiene una memoria que dura 3 segundos?

Uno de los mitos más populares es que los peces dorados apenas recuerdan las cosas por tres segundos. Esta falacia ha perdurado durante décadas, difundida tanto en conversaciones informales como en redes sociales. Sin embargo, estudios científicos han demostrado que los peces dorados poseen una memoria sorprendentemente duradera, que puede abarcar semanas, meses e incluso años. Estos peces no solo pueden recordar a otros individuos de su especie después de largos períodos de separación, sino que también pueden ser entrenados para realizar actividades complejas. Lejos de ser olvidadizos, los peces dorados tienen una memoria que podría calificarse de excelente.

2.    Los chimpancés tienen más pelo que los humanos

Aunque los chimpancés parecen más peludos que los humanos, la realidad es que ambos tienen aproximadamente la misma cantidad de folículos pilosos. La diferencia radica en la textura y visibilidad del cabello. El vello humano es generalmente más fino y menos denso, lo que lo hace menos obvio. Los humanos tienen entre dos y cinco millones de folículos pilosos repartidos por el cuerpo, similar a otros primates. Así que, aunque a simple vista parezca que los chimpancés son más peludos, en realidad, solo es una cuestión de percepción.

3.    Si se te moja el móvil, sumérgelo en arroz

¿Quién no ha oído el consejo de meter el móvil en arroz si se moja? Aunque el arroz puede absorber algo de humedad, no lo hace lo suficientemente rápido para evitar la corrosión interna del dispositivo. Lo que realmente funciona es usar paquetes de gel de sílice, esos pequeños sobres que vienen en las cajas de zapatos y otros productos, ya que son mucho más efectivos para absorber la humedad rápidamente. Así que la próxima vez que tu móvil se moje, olvídate del arroz y busca gel de sílice.

4.    El agua conduje la electricidad

Contrario a la creencia popular, el agua pura es un mal conductor de electricidad. Lo que realmente conduce la electricidad en el agua son las impurezas, como las sales y los minerales. El agua del grifo, que contiene varios iones disueltos, sí es un buen conductor de electricidad, pero el agua destilada no lo es porque carece de los electrones libres necesarios para transferir corriente eléctrica. Así que, aunque manipular aparatos eléctricos cerca del agua siempre es peligroso, el peligro real proviene de las impurezas del agua, no del agua en sí.

5.    Las gaitas se inventaron en Escocia

Aunque las gaitas están fuertemente asociadas con la cultura escocesa, su origen se remonta a civilizaciones antiguas de Oriente Medio y Asia. Existen referencias a la gaita en textos antiguos de Turquía y Egipto. La conexión de las gaitas con Escocia probablemente se debe a la migración de romanos y celtas, quienes introdujeron este instrumento en la región. Así que, aunque hoy en día las gaitas sean un símbolo de la cultura escocesa, su invención tuvo lugar en tierras mucho más lejanas.

6.    Los murciélagos son ciegos

La idea de que los murciélagos son ciegos es un mito. Aunque estos animales usan la ecolocalización para navegar y cazar en la oscuridad, también tienen una visión bastante buena. Muchas especies de murciélagos pueden ver mejor que muchos otros mamíferos y pueden distinguir formas, contrastes e incluso algunos colores. Así que, a pesar de sus hábitos nocturnos, los murciélagos no son ciegos.

7.    Hay gravedad cero en el espacio

El término “gravedad cero” es engañoso. La gravedad existe en todas las partes del universo, aunque su fuerza varía. En el espacio, los astronautas experimentan microgravedad, no la ausencia total de gravedad. La microgravedad es la condición en que las fuerzas gravitatorias son muy débiles, lo que da la impresión de que no hay gravedad. Por lo tanto, la idea de que en el espacio hay gravedad cero es incorrecta.

8.    El cabello y las uñas siguen creciendo después de la muerte

Este mito médico sostiene que el cabello y las uñas continúan creciendo después de la muerte. Sin embargo, esto es falso. Lo que sucede es que, tras la muerte, la piel se deshidrata y se retrae, haciendo que el cabello y las uñas parezcan más largos. En realidad, cualquier proceso de crecimiento celular cesa poco después de la muerte. Por lo tanto, este fenómeno es solo una ilusión.

La ciencia continuamente desmiente mitos y creencias populares, demostrando que la verdad puede ser mucho más interesante que la ficción. La próxima vez que escuches uno de estos “hechos” comunes, recuerda que la realidad, respaldada por la ciencia, es mucho más fascina

martes, 16 de julio de 2024

Los días en la Tierra se están alargando por culpa del cambio climático

 

Jesús Archivet

 

Los efectos del cambio climático causado por el hombre son tan abrumadores que incluso están alterando el tiempo – más de lo que se pensaba-, según los científicos. Los cambios son pequeños, sí, (algunos milisegundos por día), pero en nuestro mundo permanentemente conectado y de alta tecnología, podría tener un impacto importante en sistemas informáticos tan habituales como la navegación por GPS.

Así lo confirman sendos estudios publicados en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences y en Nature Geoscience que muestran que, a medida que las capas de hielo en los polos de la Tierra se van derritiendo, la redistribución de masa resultante del aumento del nivel del mar está aumentando la duración del día a “un ritmo sin precedentes”. La consecuencia es que los días son cada vez más largos a medida que las temperaturas globales siguen aumentando.

Los científicos examinaron un período de 200 años, abarcando desde 1900 hasta 2100, empleando tanto datos de observación como modelos climáticos para entender cómo el cambio climático ha influido en la duración del día en el pasado y prever su impacto en el futuro. Descubriendo que la influencia del cambio climático en la duración del día ha crecido de manera considerable.

No nos resulta ajeno que la duración de los días en la Tierra haya ido modificándose, aumentando gradualmente unos pocos milisegundos por siglo debido sobre todo a la atracción gravitacional de la Luna, que ha gradualmente la rotación de la Tierra, así como al proceso de ajuste isostático glacial, esto es, el movimiento de la roca fundida en el manto del planeta hacia las regiones polares.

Pero la situación se torna más drástica cuando el impacto del derretimiento de las capas de hielo y los glaciares del Ártico y la Antártida están impulsando ese cambio. El agua de las regiones polares fluye hacia los océanos del mundo, y especialmente hacia la región ecuatorial. El nivel del mar no ha parado de aumentar desde que inauguremos el siglo XX y la Tierra está achatándose aún más como consecuencia de todo esto.

“Esto significa que se está produciendo un cambio de masa que afecta a la rotación de la Tierra”, explica Benedikt Soja, profesor de Geodesia Espacial en el Departamento de Ingeniería Civil, Ambiental y Geomática de la ETH Zurich. “Es como cunado un patinador artístico hace una pirueta, primero acerca los brazos al cuerpo y luego los estira”. La rotación se vuelve más lenta porque las masas se alejan del eje de rotación, aumentando la inercia física. Y, si la Tierra gira más lentamente, los días se hacen también más largos.

El número de horas, minutos y segundos que componen cada día en la Tierra está dictado por la velocidad de rotación de la Tierra, que está influenciada por un complejo conjunto de factores como el mencionado derretimiento del hielo polar debido al cambio climático.

Los científicos ya habían establecido una asociación entre el derretimiento del hielo polar y que los días estén siendo más largos, pero la nueva investigación sugiere que el calentamiento global tiene una influencia mayor en el tiempo de lo que han demostrado estudios anteriores e incluso recientes. La consecuencia directa es que el día se alargue 1,33 milisegundos por siglo.

Pero la situación no termina aquí: si las emisiones de gases de efecto invernadero continúan incrementándose sin control como hasta ahora, los investigadores prevén que el impacto del cambio climático en la duración del día podría llegar a una tasa de 2,62 milisegundos por año hacia finales del siglo XXI: algo que, sin duda, pone de manifiesto la magnitud del impacto del cambio climático moderno en nuestro planeta.

“El cambio climático está provocando que el eje de rotación de la Tierra se mueva y parece que la retroalimentación de la conservación del momento angular también está cambiando la dinámica del núcleo de la Tierra”, aclara Soja. “Por lo tanto, el actual cambio climático podría incluso estar afectando a procesos en el interior de la Tierra y tener un alcance mayor de lo que se suponía anteriormente”, concluye Kiani Shahvandi, coautor de la investigación.

“Este estudio es un gran avance porque confirma que la preocupante pérdida de hielo que están sufriendo tanto Groenlandia como la Antártida tiene un impacto directo en la duración del día, provocando que nuestros días se alarguen. Este hecho se ha podido demostrar y cuantificar de forma rigurosa, empleando para ello multitud de observaciones geodésicas y modelos que intentan descubrir de manera fehaciente hacia dónde se desplaza el agua que proviene del deshielo de las zonas polares”, comenta a Science Media Santiago Belda, investigador distinguido en el Grupo de Geodesia y Dinámica Espacial del Departamento de Matemática Aplicada de la Universidad de Alicante.

domingo, 14 de julio de 2024

Atentados presidenciales en la historia de los Estados Unidos

 

Jesús Archivet

 

El 13 de julio de 2024, el expresidente Donald Trump sufrió un atentado contra su vida durante un mitin en Butler, Pensilvania. Afortunadamente, Trump salió ileso, solo con una herida leve en la oreja derecha. Sin embargo, este incidente nos lleva a reflexionar sobre cuántos presidentes y expresidentes de los Estados Unidos han enfrentado intentos de asesinato y cuántos de ellos no lograron sobrevivir.

En la historia de Estados Unidos, cuatro presidentes han sido asesinados

Abraham Lincoln (1809-1865)

El 14 de abril de 1865, el presidente Abraham Lincoln fue asesinado por John Wilkes Booth en el Ford’s Theatre de Washington D.D. Booth, un actor simpatizante de la Confederación disparó a Lincoln en la cabeza, lo que causó su muerte al día siguiente.

James A. Garfield (1831-1881)

James A. Garfield, vigésimo presidente de los Estados Unidos, fue herido mortalmente por Charles J. Guiteau el 2 de julio de 1881, Garfield murió el 19 de septiembre de 1881 debido a complicaciones por infecciones.

William McKinley (1843-1901)

El 6 de septiembre de 1901, William McKinley fue disparado por el anarquista Leon Czolgosz durante la Exposición Panamericana en Buffalo, Nueva York. McKinley murió el 14 de septiembre debido a la gangrena causada por las heridas.

John F. Kennedy (1917-1963)

El 22 de noviembre de 1963, John F. Kennedy fue asesinado en Dallas, Texas, por Lee Harvey Oswald, quien disparó desde el Texas School Book Depository. Kennedy fue declarado muerto en el hospital poco después.

 

Numerosos presidentes han sido objeto de intentos fallidos de asesinato, algunos de los cuales resultaron heridos:

Theodore Roosevelt (1858-1919)

El 14 de octubre de 1912, el expresidente Theodore Roosevelt fue herido de bala por John Schrank en Milwaukee, Wisconsin. A pesar de la herida, Roosevelt insistió en dar su discurso antes de recibir atención médica.

Ronald Reagan (1911-2004)

El 30 de marzo de 1981, Ronald Reagan fue herido en un intento de asesinato por John Hinckley Jr. en Washington D.C. Reagan sobrevivió tras una cirugía de emergencia.

Donald John Trump (1946-)

El 13 de julio de 2024, durante un mitin en Butler, Pensilvania, Donald Trump fue herido de bala en la oreja derecha por Thomas Matthew Crooks. Crooks fue abatido por un francotirador del Servicio Secreto. Trump fue dado de alta en condición de estables.

 

Otros intentos de asesinato

Varios presidentes han sido objeto de intento de asesinato sin resultar heridos. Estos incluyen a Andrew Jackson, Abraham Lincoln (antes de su asesinato), William Howard Taft, Herbert Hoover, Franklin D. Roosevelt, Harry S. Truman, John F. Kennedy (antes de su asesinato), Richard Nixon, Gerald Ford, Jimmy Carter, George H.W. Bush, Bill Clinton, George W. Bush, Barack Obama y Joe Biden.

 

La historia de los Estados Unidos ha estado marcada por numerosos atentados contra sus presidentes. Cuatro presidentes han sido asesinados, y otros han sobrevivido a intentos fallidos. El reciente incidente con Donald Trump nos recuerda la continua vulnerabilidad de los líderes políticos a la violencia, subrayando la importancia de las medidas de seguridad para proteger a quienes ocupan estos cargos vitales.


sábado, 13 de julio de 2024

Los Juegos Olímpicos de Berlín: Un escenario de Política y Deporte

 

Jesús Archivet

 

Los Juegos Olímpicos de Berlín 1936, oficialmente conocidos como los Juegos de la XI Olimpiada, se llevaron a cabo en Berlín, Alemania, del 1 al 16 de agosto de 1936. Celebrados durante el período del Tercer Reich, estos Juegos marcaron un punto de inflexión tanto en la historia del deporte como en la política mundial. Participaron 3.963 deportistas (3.632 hombres y 331 mujeres) de 49 países, quienes compitieron en 19 deportes y 129 especialidades. El atleta estadounidense Jesse Owens fue el más destacado de estos juegos, ganando cuatro medallas de oro en pruebas de atletismo.

La elección de Berlín como sede olímpica se decidió en 1931, antes de Adolf Hitler ascendiera al poder en 1933. A pesar de las primeras intenciones de boicot por parte del equipo estadounidense, finalmente optaron por participar. Hitler utilizó los Juegos Olímpicos como una plataforma para exhibir la “magnificencia” del nazismo. El ministro de propaganda, Joseph Goebbels, fue el encargado de este ambicioso programa de difusión, encomendando la escenografía a Albert Speer y la supervisión y filmación a la fotógrafa Leni Riefenstahl.

Durante la inauguración de los Juegos, el célebre dirigible Hindenburg sobrevoló el estado olímpico como una muestra de grandeza y poderío alemán, momentos antes de la aparición de Hitler. Esta grandiosa puesta en escena fue un intento deliberado de proyectar la supremacía y el orden del régimen nazi al mundo.

España, es un gesto sin precedentes, boicoteó estos Juegos. En su lugar, se organizó la Olimpiada Popular en Barcelona, que fue suspendida debido al estallido de la Guerra Civil Española un día antes de su inauguración.

Los Juegos Olímpicos de Berlín estuvieron plagados de controversias. Una de las más destacadas es la supuesta intención de Hitler de usar los Juegos para demostrar la superioridad racial aria. La instrumentalización propagandística de los juegos por parte del régimen nazi ha sido ampliamente criticada.

Una de las figuras más emblemáticas de estos Juegos fue Jesse Owens, quien ganó las pruebas de 100m, 200m, 4x100m y salto de longitud. Se afirma que Hitler rehusó dar la mano a Owens. Sin embargo, la realidad es que Hitler solo felicitó personalmente a los dos primeros ganadores de los Juegos y luego dejó de hacerlo con los siguientes. Owens recibió una felicitación oficial por escrito del gobierno alemán, mientras que el presidente estadounidense Franklin Delano Roosevelt no lo invitó a la Casa Blanca ni le envió felicitaciones, algo que Owens lamentaría en sus memorias. Más tarde, el presidente George Bush concedería a Owens, de manera póstuma, la Medalla de Honor del Congreso.

Los Juegos también fueron momentos de humillación para el régimen nazi, ya que algunos atletas negros lograron un gran número de medallas. A pesar de ello, Alemania ganó más medallas que cualquier otro país, y Hitler se mostró satisfecho por el resultado.

Otro incidente polémico fue la exclusión de la atleta alemana Gretel Bergmann del equipo alemán por ser judía, a pesar de haber igualado un récord nacional en salto de altura un mes antes de los Juegos.

Durante el evento de fútbol, un controvertido partido de cuartos de final entre Austria y Perú llevó a la retirada de las delegaciones de Perú y Colombia, tras una reclamación de la delegación austriaca y la negativa peruana a jugar un partido de desempate.

Esta Olimpiada fue la primera en utilizar una carrera de relevos para traer el fuego olímpico desde Grecia al sitio de los juegos. La idea, propuesta por Carl Diem, jefe del comité organizador, simboliza la conexión cultural del Tercer Reich con la antigua Grecia. Del 20 de julio al 1 de agosto, 3.422 relevistas llevaron la antorcha olímpica en un recorrido de 3.422 kilómetros, atravesando Grecia, Bulgaria, Yugoslavia, Hungría, Austria, Checoslovaquia y Alemania.

Los Juegos Olímpicos de Berlín 1936 incluyeron una variedad de deportes: atletismo, baloncesto, balonmano a once, boxeo, ciclismo, equitación, esgrima, fútbol, gimnasia, halterofilia, hockey, lucha, natación, pentatlón moderno, piragüismo, polo, remo, saltos de natación, tiro, vela y waterpolo.

Participaron países de todo el mundo, con debutantes como Afganistán, Bermudas, Bolivia, China y Costa Rica. España no participó, organizando en su lugar la Olimpiadas Populares en Barcelona, que no se celebraron debido al inicio de la Guerra Civil Española.

Alemania encabezó el medallero con 33 medallas de oro, seguida por Estados Unidos con 24 y Hungría con 10. El rendimiento de los atletas alemanes fue motivo de orgullo para el régimen nazi.

Los Juegos Olímpicos de Berlín 1936 fueron más que un evento deportivo; fueron un instrumento político en manos del régimen nazi y un escenario de resistencia y lucha para muchos atletas. La memoria de estos Juegos sigue siendo un recordatorio de cómo el deporte puede ser utilizado para fines políticos, pero también de cómo los valores olímpicos de igualdad y competencia justa pueden prevalecer en medio de la adversidad.

viernes, 12 de julio de 2024

Una lucha fratricida por el trono español

 


Jesús Archivet

 

Las guerras carlistas, una serie de sangrientos enfrentamientos que sacudieron a España en el siglo XIX, encarnan uno de los capítulos más tumultuosos de su historia. Estas guerras civiles, destacadas por conflictos dinásticos y diferencias ideológicas, dividieron el país entre liberales, partidarios de reformar y modernización, y carlistas, defensores del orden tradicional absolutista. Cada conflicto, desde 1833 hasta 1876, reconfiguró el mapa político español y dejó dramáticas marcas en la sociedad, exacerbando divisiones que resonarían en la política y cultura españolas durante generaciones.

Las disputas surgieron de un entramado de luchas dinásticas y políticas, profundamente arraigadas en el tejido de la monarquía española. Con la muerte de Fernando VII en 1833, se desató una intensa lucha sucesoria entre los partidarios de su hermano, Carlos María Isidro, quien representaba el absolutismo y as tradiciones antiguas, y los de su hija, Isabel II, símbolo de una monarquía constitucional y liberal. Fernando VII había derogado la Ley Sálica, que impedía reinar a las mujeres, por lo que Isabel tenía vía libre y legítima para ascender al trono. Sin embargo, Carlos y sus seguidores, los carlistas, no reconocieron este cambio, alegando que violaba las leyes fundamentales del reino. Esta controversia marcó el inicio de las guerras y cristalizó el choque entre el viejo orden absolutista y las nuevas corrientes liberales que buscaban modernizar España.

La primera guerra carlista (1833-1840) estalló inmediatamente a la muerte de Fernando VII, desencadenada por el rechazo carlista a aceptar a Isabel II como reina. Esta guerra reflejó una disputa dinástica, pero también un profundo conflicto ideológico entre el absolutismo y el emergente liberalismo. Tomás de Zumalacárregui, un militar brillante y carismático, se erigió como figura central del bando carlista, que finalmente sufrió una derrota decisiva. El conflicto culminó con el Convenio de Vergara, donde el líder carlista Rafael Maroto acordó con el liberal Baldomero Espartero la integración de las oficiales carlitas en el ejército isabelino, sellando así el fracaso de la primera insurgencia.

Las tensiones no resueltas desembocaron en la segunda (1846-1849) y la tercera guerra carlista (1872-1876). La segunda guerra fue menos intensa y se localizó principalmente en Cataluña, donde los carlistas intentaron aprovechar el descontento local para reavivar a su causa. Sin embargo, la falta de un liderazgo fuerte y apoyo suficiente resultó en su rápida contención. La figura de Carlos VI (Carlos Luis de Borbón y Braganza) emergió, aunque su incapacidad para ganar apoyos significativos condujo al rápido declive de la rebelión.

La tercera guerra carlista fue más significativa. Estalló tras la abdicación de Isabel II y la inestabilidad política que siguió. Carlos VII encabezó esta revuelta, destacando por su mayor organización y con el apoyo considerable de País Vasco y Navarra. Aunque inicialmente lograron varios éxitos militares, la falta de un apoyo más amplio y la capacidad del gobierno liberal para organizar una resistencia efectiva llevaron a su derrota. Estas guerras reflejaron la persistente división entre las visiones tradicionalistas y liberales de España, una lucha que prefigura conflictos futuros en la historia de España.

El conflicto entre carlistas e isabelinos marcó profundamente la vida cotidiana en España, exacerbando divisiones sociales y políticas que penetraron desde las grandes ciudades hasta los más remotos pueblos rurales. La persistente inestabilidad y violencia desplazaron a miles de familias, alterando economías locales y la estructura social tradicional. Culturalmente, las guerras fomentaron una rica vena de folclore y literatura, reflejo de los intensos sentimientos de ambos bandos a través de canciones, poemas y relatos que circulaban. Estas expresiones artísticas documentaban eventos y heroísmos, además de servir como medios para perpetrar ideologías y memorias colectivas.

Las guerras carlistas dejaron un legado duradero en España, reconfigurando su panorama político y monárquico. Tras décadas de conflicto, la monarquía española emergió transformada, con una inclinación más firme hacia un sistema constitucional que limitaba los poderes reales y promovía la formación de un estado liberal moderno. Aunque las derrotas carlistas parecían haber marginalizado esta facción, el carlismo sobrevivió como una corriente política significativa, influyendo en las políticas y el nacionalismo español.

Hasta hoy, el carlismo sigue siendo un componente de la diversidad ideológica de España, manifestándose en debates contemporáneos sobre regionalismo, autonomía y la relación entre tradición y modernidad. A través de partidos políticos y movimientos culturales, los principios carlistas han persistido, adaptándose y resurgiendo en formas nuevas según las circunstancias políticas y sociales del país.

Estas guerras civiles destacan como un episodio crítico en la historia de España, subrayando la tensión entre tradición y modernización que ha permeado su evolución nacional. Modelaron la estructura política y social de España y reflejaron el desafío universal de conciliar el pasado con el impulso hacia la reforma y la innovación. Las lecciones de las guerras carlistas tienen ecos aún hoy, recordándonos la importancia de la tolerancia y el diálogo en una sociedad dividida, y la necesidad de equilibrar respeto por la tradición con la adopción de cambios progresivos.

Señor, dame paciencia

  Ficha técnica: Título: Señor, dame paciencia Año: 2017 Director: Álvaro Díaz Lorenzo Género: Comedia Nacionalidad: España Dura...